Enough man
* Este documental fue proyectado en el Festival de Cine Lésbico 2011, el jueves 20 de enero.
Estas son 5 historias de hombres encerrados en el cuerpo de una mujer que buscan encontrarse a sí mismos. Los procesos son distintos y muchas veces el camino es bastante duro: violencia, incomprensión, segregación, odio y rechazo son sentimientos que estas personas experimentan y que los hacen repensar su vida, su día a día pero también les enseña a amar, a entender al otro y a repensar mejor (tal vez mejor que muchos de nosotros) su identidad.
Este documental norteamericano llevado a cabo el 2005 por Luke Woodward Busca mostrarnos su mundo: quiénes son y de dónde vienen, cómo aman en la cama y cómo aman desde el corazón. Todo bastante interesante e ilustrativo (para algunos fue mucho más que ilustrativo) lo que nos acerca a ellos, nos permite tocarlos y entenderlos y no decir: ¡pervertidos! Si no: ¡Ah! Así que por eso era, ¡Ah! Así era… y callarnos y escuchar.
No somos seres perfectos (ninguno de nosotros) pero ¿Se imaginan odiar sus pechos? ¿No sentir que esa vagina deba estar ahí? ¿Tener que inyectarse hormonas a diario? Estas cuestiones llevan a la distrofia de un grupo de personas que necesita explorar otras formas de amar y entender su cuerpo a fin de poder disfrutar al menos de modo cercano a cómo disfrutamos los heterosexuales las relaciones sexuales con nuestras parejas, a fin de poder entenderse como los hombres que son.
Fajas, dildos, cuero, orina, agujas, prostitutas, clítoris, dominados y sometidos son algunas de las cosas que se ven en este documental, cosas que de modo aislado parecen una serie de groserías pero que al terminar de ver las historias relacionamos y percibimos tan humano como meterse el dedo a la nariz, caminar o ir al baño. No normal, pero sí humano.
La perversión es entendida como toda aquella cosa que no es “normal”, como lo que no encaja, que no se entiende y que por último, no debe entenderse porque no debe ser pero… ¡vamos! Todos tenemos cosas anormales, yo puedo doblar mi oreja, enroscarla en sí misma y dejarla doblada por más de 10 minutos ¿y? bueno, digamos entonces que mi cuerpo es un poquitín pervertido y tal vez yo también lo sea.
Este es un mundo diverso, lleno de formas, de colores, de tamaños, de gente, de lenguas, de creencias, de todo. No entender esto es no entender un principio básico para vivir en él, no entender que estas nacidas mujeres son lo suficientemente hombres y que existen nacidos hombres que son lo suficientemente hembras es negar el hecho de que existen y también son humanos y que por eso tienen derechos, los mismos derechos que tú y que yo: vamos, todos cagamos, meamos, comemos, respiramos, vemos, olemos y escuchamos.
Lo que sucede en nuestro país es: Tú eres marica, tú eres machona, no eres como yo, no tienes mis mismos derechos… ¿por qué? Porque yo digo (yo el Estado, yo la Iglesia) ¿no se supone que el Estado es de TODOS y que la iglesia es de los que quieran y que por eso el primero debe velar porque todos seamos respetados y gocemos de los mismos beneficios y tengamos las mismas obligaciones y que la segunda no deba meterse si es que lo que sucede no le compete a sus feligreses?
Somos diferentes, claro, todos lo somos pero hay principios básicos a respetar en todo ser humano, en todo ciudadano (de acuerdo a la edad o al sexo, por ejemplo) y la idea, finalmente, es lograr la igualdad buscando la equidad, el derecho de cada uno es el derecho de todos: para expresarse, para moverse, para ejercer profesión o culto, para vestirse, etc.: LIBERTAD, la libertad por la que tu mamá lucho, y tal vez hasta tu abuela.