Los chicos están chévere, los padres están cagados...: Sobre el Festival de Cine Lésbico y "The kids are all right"
Asistimos a dos de las cuatro fechas (del 18 al 22 de enero) del Festival de Cine Lésbico 2011 organizado por el Movimiento Homosexual de Lima (MHOL), y fue auspiciado por la discoteca Legendaris y Radio Mujeres. Esta mamá nunca había ido antes al local del MHOL, ubicado en Mariscal Miller 828 Jesús María. Mi primera impresión es que estaba en un barrio tranquilo, casi hogareño; y dentro del local se continuaba sintiendo ese ambiente de confort. No me equivoqué: había cierta camaradería entre todas, lo cual es muy grato y necesario, tener espacios así donde nadie se sienta agredida ni limitada a expresarse tal como es.
La última fecha fue la presentación de la Revista Visibles, de la cual hablaremos más tarde, y también se proyectó la película The kids are all right. La película abarca un período de cambio en una familia con dos madres lesbianas y dos hijos adolescentes. La hija está partiendo a vivir al campus de la universidad, el hijo desea conocer a su donante de esperma, y una de las madres empieza a sentir que su relación tal vez no sea tan perfecta como lo pensaba.
La aparición del donante (Mark Ruffalo) desencadena los conflictos internos y los expone, forzando a esta familia a afrontarlos y a discutirlos aunque no lo quieran. La virtud de esta película es que, en la vida real, generalmente ocurre lo mismo. Nosotros no queremos ver lo malo en nosotros mismos y en los que más queremos, pero en algún momento todo sale a la luz. Los diálogos son tan fluidos y las escenas se sienten tan naturales que olvidamos estar viendo una película, sino que estamos con ellos, dentro de la historia.
La dirección es excelente de la mano de Lisa Cholodenko, y también lo son las actuaciones de Julianne Moore y Annette Bening. Esta última interpreta al personaje que se da cuenta al último de lo resquebrajada que está su familia. Ese instante de revelaciones, la anagnórisis de su personaje está actuado con tal maestría que me daba ganas de sacarme el sombrero que no tenía puesto. Los hijos Josh Hutcherson y Mia Wasikowska están muy bien puestos en sus papeles, aunque la trama del hijo podría haber ido más allá: mi impresión fue que en la última mitad de la película él se perdía entre el escenario. Mark Ruffalo también estuvo justo, pero pudo haber hecho más con su actuación.
Respecto al tema lésbico, la directora se asegura que abordemos esta historia sin llamar la atención sobre ese hecho. No lo toma como una particularidad o como el rasgo que empuja la trama, tal y como lo hacen otras películas que caen por ello en el sensacionalismo. La película logra transmitir su mensaje simple y directo: todas las familias son iguales. Y sobre todo, todos deben ser tratados por igual.