¿WTF?
Me ha llamado la atención esta campaña de la cerveza Brahma:
“¡Pasa el MEJOR AÑO NUEBO con B de Brahma! Tú eliges la discoteca en la que quieras juerguear toda la noche desde diciembre hasta enero”
Ah ya qué chévere, me aseguran la fiesta… qué, ¿hay más?
“Pero eso no es todo... ¡Las primeras rondas te las pone Brahma!”
Yeee qué divertido, el trago me sale gratis… ¡¿pero qué?!
“Además, tendrás la oportunidad de ver a la Chica Brahma que elegiste en la discoteca donde estarás juergueando. O sea que, por si fuera poco, te rompemos el ojo con el cuerazo que más te gustó”
Creo que no están asumiendo que sea una mujer lesbiana, ¿o sí? Creo más bien que piensan a su cliente como un hombre calenturiento que quiere trago y mujer. Lo cual encaja con el perfil de muchos hombres por ahí, pero eso es lo de menos. Brahma puede ofrecer trago porque ése es su producto y sobre todo porque es un objeto. No puede ofrecer mujeres de la misma manera, porque son personas que no deben ser servidas como carne en el supermercado.
Si creen que exagero, miren esto:
Quiero hacer notar que tengo amigas que han sido o son anfitrionas, y que siempre tienen el mismo reclamo: los clientes las quieren tocar, las miran obscenamente, se ofenden si ellas no sueltan el teléfono… y las empresas toman la actitud de “ésta es tu chamba aguántate” y no atienden los reclamos.
La labor de una anfitriona es justamente eso: recibir a los invitados, promocionar el producto, el buen trato. Ni la apariencia atractiva ni el hecho que sean mujeres implican que estén a la disposición de nadie, y como público no deberíamos tolerar ninguna promoción que aluda a ello. El hecho es que Brahma está presentando a estas chicas como cuerpos sexuados con los cuales “romperse el ojo”, y nada más; con lo cual repite la visión de mujer hallada en muchos comerciales de cerveza: objetos a la disposición de hombres para su entretenimiento.